Te invito a embarcarnos en este viaje,para llegar al puerto donde seamos verdaderamente libres desde nuestras almas y dueños absolutos de nuestras mentes!
Soy tu alma de cristal,que marcha detrás de una utopía, la de ser una navegante mas de la libertad,por el mar de los sentimientos!.
Cuenta la leyenda mapuche que Maivé, al verlo, se enamoró perdidamente de él. El hermoso ketri o arrayán forma un bosque único en la península de Quetrihué.
Cuenta la leyenda que hace muchos años, habitaba el río Iguazú, una enorme y monstruosa serpiente cuyo nombre era Boi. Los indígenas guaraníes debían una vez por año sacrificar una bella doncella y entregársela a Boi, arrojándola al río.
Para esta ceremonia se invitaba a todas las tribus guaraníes, aún a las que vivían más alejadas. Fue así que un año llego al frente de su tribu, un joven cacique cuyo nombre era Tarobá; el cual al conocer a la bella doncella india, que ese año estaba consagrada al sacrificio y cuyo nombre era Naipí, se reveló contra los ancianos de la tribu y en vano intentó convencerlos que no sacrificaran a Naipí. Para salvarla sólo pensó en raptarla y la noche anterior al sacrificio cargó a Naipí en su canoa e intentó escapar por el río. Pero Boi que se había enterado de esto, se puso furiosa y su furia fue tal que encorvando su lomo partió el curso del río formando las cataratas, atrapó a Tarobá y a Naipí.
A él lo transformo en los árboles que hoy podemos ver en la parte superior de las cataratas y a la cabellera de la bella Naipí en la caída de las mismas.
Luego se sumergió en la Garganta del Diablo, y desde ahí vigila que los amantes no vuelvan a unirse ... pero, sin embargo, en días de pleno sol, el arco iris supera el poder de Boi y los une......
No existe esponja para lavar el cielo pero aunque pudieras enjabonarlo y luego echarle baldes y baldes de mar y colgarlo al sol para que se seque siempre faltaría el pájaro en silencio
no existen métodos para tocar el cielo pero aunque te estiraras como una palma y lograras rozarlo en tus delirios y supieras al fin como es al tacto siempre te faltaría la nube de algodón
no existe un puente para cruzar el cielo pero aunque consiguieras llegar a la otra orilla a fuerza de memoria y pronósticos y comprobaras que no es tan dificil siempre te faltaría el pino del crepusculo
eso es por que se trata de un cielo que no es tuyo aunque sea impetuoso y desgarrado en cambio cuando llegue al que te pertenece no lo querrás lavar ni tocar ni cruzar pero estarán el pájaro y la nube y el pino.